Elijah

Cuando entro en una sala de audiencias, pasan cosas.

Los abogados contrarios se estremecen, los jueces respiran hondo porque saben lo que voy a hacer. No por nada me llaman “Lobo”.

Me han acusado de desacato más veces de las que me acuerdo, y nunca he perdido un caso.

Soy decidido, agresivo y fuerte, tanto en la corte como en el dormitorio. Me gustan el orden y el control y todos lo saben.

Todos, excepto Aspen Michaelson, la nueva abogada que mi madre contrató para trabajar en nuestra firma. No fue la primera vez que veía su cuerpo sexy en la entrevista.

Habíamos compartido una noche mágica en Hawaii. Fuimos dos extraños que solo sabían sus nombres de pila. Ella se marchó en la mitad de la noche sin decir una palabra.

Nunca le perdonaré eso. Yo era siempre el que se iba, y nunca al revés. Ahora que trabaja para mi, haré lo posible para hacerle pagar esa noche, para mostrarle que yo soy el jefe tanto en la oficina como en el dormitorio. Pero me encuentro perdiendo el control cuando estoy cerca de ella y sus costumbres peculiares y no se como solucionarlo.

Aspen

Después que mi padre falleció, me mudé de Connecticut a la ciudad de Nueva York donde vivía mi hermana con su esposo. Siempre tuve el sueño de trabajar en un estudio jurídico exitoso de Nueva York.

Caitlin Wolfe volvió mi sueño realidad cuando me contrató para trabajar en su firma. No sabía que Elijah Wolfe, el hombre con el que había pasado una noche extraordinaria en Hawaii, era su hijo, y un socio de la firma y futuro responsable de la misma.

Estaba tan sexy como en Hawaii, pero se comportaba diferente. Era frío y calculador. No parecía el hombre que me sedujo y me llevó a su suite.

Era mi jefe y se había propuesta hacerme fallar. Lo que no sabía sobre mi era que yo jugaba este juego tan bien como él, sino mejor. Necesitaba mantener el control de mi cuerpo y mente, pero era muy difícil conseguirlo cuando se presentaba con el traje a medida y la colonia que usaba sobrexcitaba mis feromonas.

Que comience el juego…