Los niños pueden tener un sentido de la justicia cruel y absoluto. Los niños pueden matar a un monstruo y sentirse muy orgullosos de sí mismos. Una niña puede mirar a su hermano y creer que están destinados a ser un caballero y un bardo que luchan contra el mal. Una niña, puede creer que ha encontrado aquello para lo que está hecha.

Hazel vive con su hermano, Ben, en la extraña ciudad de Fairfold, donde los humanos y los elfos, conviven uno al lado del otro. La magia aparentemente inofensiva de las hadas atrae a los turistas, pero Hazel sabe lo peligrosos que pueden ser y sabe cómo detenerlos. O lo hizo, una vez.

En el centro de todo, hay un ataúd de vidrio en el bosque. Descansa en el suelo, y en él duerme un niño con cuernos en la cabeza y orejas puntiagudas como cuchillos. Hazel y Ben estaban enamorados de él cuando eran niños. El niño ha dormido allí durante generaciones, sin despertarse nunca.

Hasta que un día, lo hace ...

Mientras el mundo se pone patas arriba, Hazel intenta recordar sus años fingiendo ser un caballero. Pero arrastrando por un nuevo amor, lealtades cambiantes y el nuevo aguijón de la traición, ¿será suficiente?