Han pasado cuatro años desde que Abby Wade sobrevivió a la captura y tortura sufrida por un cuarteto de cambiaformas renegados. 

Por aquel entonces, ella era tan solo una niña asustada, intentando sobrevivir.

Ahora Abby ha crecido, y si algo ha aprendido de su entrenamiento con Faythe Sanders, la primera mujer alfa del mundo, es que puede cuidar de sí misma, y de cualquiera que la acompañe. 

Por lo tanto, cuando una compañera de cuarto es secuestrada de un campamento en los bosques Apalaches, Abby sabe exactamente cómo recuperarla…

Las reglas de caza son simples. 

Matar o ser matado.

Abby Wade está lista para no morir.

Abby Wade tiene un secreto peligroso.

Hace dos meses, desobedeció una orden, pero en lugar de sacarla a patadas de su manada, Jace le ofreció un trabajo. 

Desde entonces, ha estado luchando contra un enamoramiento totalmente inadecuado por el joven y ardiente Alfa. 

Pero cuando aceptar su oferta de trabajo parece ser la única manera de mantener sus esqueletos de forma segura en su armario, Abby no vacila.

Jace Hammond tiene un gran problema.

Un renegado está masacrando a los seres humanos en su territorio, y debe eliminar la amenaza antes de que toda la especie cambiaformas sea expuesta. 

No podía haber un peor momento para que Abby acepte un trabajo que sólo ofreció en un impulso para ganar su confianza. Abby es inteligente, hermosa y resistente; más que suficiente para distraer a cualquier hombre de la misión. Desafortunadamente, ella puede ser la peor ejecutora del mundo en ocupar el título.

Mientras cazan al asesino, el secreto de Abby se convierte en una amenaza a la autoridad de Jace y a su propia vida. Pero el verdadero peligro es el agarre que tiene de su corazón esquivo al dolor.

Robyn Sheffield quiere recuperar su vida.

Como la única errante mujer en los Estados Unidos, tuvo que lidiar con la sed de sangre, los flashbacks, la falta de control de sus impulsos (que podría no tener nada que ver con ser una cambiadora) y semanas bajo arresto domiciliario por crímenes que nunca quiso cometer. 

¿Pero cuando escucha a escondidas que el consejo territorial planea casarla con un felino elegible? Es hora que esta polluela abandone el nido.

Titus Alexander quiere reconocimiento.

Ha pasado el último año esculpiendo su territorio fuera de la zona

libre de Mississippi, formando una comunidad para los errantes exiliados y olvidados por las manadas de los Estados Unidos. Como el primer Alfa errante, juró darles a los felinos bajo su autoridad los derechos, el apoyo y el respeto que la confirmación oficial del consejo traerá. Pero entonces la preciosa hembra errante del consejo se escabulle en la zona libre en la parte trasera de su auto y exige asilo.

El consejo le da a Titus una opción: enviar a Robyn de regreso y obtener el reconocimiento de su manada, o prepararse para la guerra. La ciudadanía para sus hombres está a su alcance. Entonces, ¿por qué es tan difícil para él dejar ir a una tabby rebelde.

Kaci Dillon es una devoradora de hombres.

Creció al margen de la sociedad cambiadora, escuchando los susurros. Un acto desesperado como una hambrienta y aterrorizada niña la ha convertido en la primera tabby de la historia sin perspectivas románticas. Pero como sea. De todos modos, con dieciocho años es demasiado joven para casarse. Sin embargo, cuando tropieza con la oportunidad de escaparse por unos días, ¿quién podría culparla por aceptarla?

Justus Alexander está jodido.

Confinado al territorio sur-central, a la espera del juicio por los crímenes que cometió como un recién infectado traumatizado, Justus ha descubierto que el tribunal ya tiene la intención de votar por la pena de muerte. No tiene más remedio que huir. Siendo demasiado joven para tocar el fondo fiduciario que podría financiar su escape, está apostando a una gran victoria en las mesas de póker; hasta que Kaci, su flechazo secreto, lo atrapa furtivamente y exige que la lleve con él a Las Vegas…

Después de una noche salvaje que no recuerda, Kaci despierta con un anillo en su dedo, junto a un joven multimillonario que no puede acceder a su fortuna hasta que cumpla veinticinco años; o se case. Si puede mantener sus manos alejadas de su caliente y carismático novio nuevo, puede anular su matrimonio no consumado. Pero, ¿en serio puede abandonar a Justus a su sentencia de muerte, solo para deshacer su propio error?