Él no estaba destinado a estar en mi radar, definitivamente era el tipo fuera de los límites.

El mejor amigo de mi hermano, el ex de mi amiga, pero sobre todo era mi jefe.

Hawk Carnage se parecía a una cosa, y solo a una. Sexo.

Lo usó, lo conocía, lo vivió. Hawk era dueño de la compañía de lencería más grande del mundo, y yo era su protagonista.

En los negocios.

Pero ahora los negocios y la amistad estaban a punto de cruzarse.

Las líneas se volvieron borrosas, y me encontraba lista para sumergir los dedos de los pies en el agua prohibida. Porque no importa cuánto haya dicho que podía abstenerme de Hawk Carnage, ahora no era el momento.

Él sería mi prometido falso.

Y me encontraba a punto de hundirme en ese agua prohibida, con las manos de Hawk sujetando mis costados.

Señor, ayúdame porque estaba a punto de disfrutar cada momento de ello.

Incluso si fuera solo por diversión.

Incluso si arruinaría todo.

Primero me zambulliría de cabeza.