La primera vez que Greta vio a Blake, supo que él era el elegido. Lo supo como el fuego conoce la yesca.

Ella no había pensado que estaría en una fiesta de fraternidad en su primera semana en la universidad, pero su compañera de cuarto, Amber, la convenció de ir. Greta no podía creer lo fácil que era entrar. Parecía como si hubieran hecho esas fiestas para que las chicas como ella vinieran. 

Pero ahora era guapa, y todo era diferente. Nadie sabía nada sobre su pasado de patito feo o toda la oscuridad anterior. 

Era un mundo completamente nuevo, un nuevo comienzo. Entonces vio a Blake y supo que él era su destino. 

Pero Blake vio primero a Amber. Y terminó... confundido. Blake era su alma gemela. Lo sabía. Ella sabía todo sobre las almas gemelas.

Una pena por su última alma gemela.

Greta tiene a su hombre, pero el paraíso no es todo lo que esperaba.

Sus hermanos de la fraternidad no están exactamente dándole la bienvenida con los brazos abiertos. Todos todavía creen que ella mató a Amber. Especialmente la policía. 

Pero sus labios han sido sellados por los besos de Blake.

Ella adora pasar todo su tiempo con él. Adora tener a un hombre tan increíble para llamarlo suyo. Pero a su potro salvaje le está resultando mucho más difícil adaptarse a la vida en pareja. Se muestra reacio cada vez que los ven en público juntos, y no puede resistir el atractivo de las seductoras malvadas como Jessica James.

Si Greta quiere quedarse con él, tendrá que encontrar la forma de encajar con su gente. Afortunadamente, Blake tiene mucho que enseñarle sobre ser popular. 

Sus lecciones son viles, odiosas cosas que le revuelven el estómago. Pero está dispuesta a hacer cualquier cosa para tener la vida que quiere, incluso si eso significa enseñarle a Blake una lección o dos.

Él aprenderá. Eventualmente.

Greta no puede apartar sus ojos del brillante anillo en su dedo. Todo lo que ha deseado finalmente se está volviendo realidad. Se va a casar con el hombre de sus sueños.

Pero pronto aprenderá que al planear una boda no todo es compras de vestidos y buqués rosados. 

Sus futuros suegros no están exactamente emocionados sobre la elección de su hijo de compañera de vida. 

Cuando prohíben que Blake se case con ella y amenazan con llevarse su fondo fiduciario, su vida entera repentinamente se siente construida sobre tierra temblorosa.

Greta no necesita a la familia de Blake. O su dinero. 

Todo lo que necesita es a él. 

La boda pasará con o sin sus padres. 

Pero a medida que el gran día se acerca, ella comienza a sentir que Blake está teniendo dudas.

Muchas dudas.

¿Todavía no ha aprendido que están destinados a estar juntos para siempre?

¿Todavía?