Carrie Reese no cree en fantasmas... hasta que se enamora de uno.

Desde el momento en que el cruza la puerta, una brisa fría rodea a Carrie. Ella sabe que Lucas es demasiado bueno para ser verdad... y lo es. Porque él está muerto.

Devastada por el divorcio de sus padres, con diecisiete años Carrie se va a pasar el verano con sus abuelos en Villisca, el más raro pueblo en Iowa. Aunque pensarlo hace que su piel se erice, Carrie no considera la maldición de la infame casa Moore algo más que una superstición.

Lucas, por otro lado, sabe que la misteriosa casa debe ser evitada. Pero eso no es lo que lo trae al pueblo. Como fantasma, no puede cruzar al más allá hasta que encuentre su alma, y hay alguien en Villisca que puede ayudar. Pero en su lugar se encuentra a Carrie. Hay algo en ella que lo atrae. ¿Por qué no la ha econtrado antes? ¿Por que no cuando estaba vivo?

Cuando la fuerza de su amor irrumpe la contención del hechizo alrededor de la casa Moore, la grieta del infierno se abre liberando los demonios.

Desde que el amor no está hecho para compartirse entre vivos y muertos, los demonios cazan a los amantes intentando arrastrarlos a donde sus almas se enfrentarán la destrucción eterna.

Algunas veces hay más en riesgo que el mero hecho de morir.

Juraron no volver jamás.

Sus vidas dependen de ello. Con el verano pasado Atrás, Lucas y Carrie creen que están a salvo.

Solo que la mansión Moore no ha acabado con ellos.

Cuando Lucas recibe malas noticias, la búsqueda del escurridizo semidemonio que tiene la clave de la muerte de Lucas se convierte en la primera prioridad. La criatura podría ser la única oportunidad para que Lucas encuentre su alma. El problema es que no quiere ser encontrado.

Lucas parece estar desapareciendo. Sus ojos ya no brillan, y su piel palidece. El agotamiento lo consume, dejándolo distante cuando está con Carrie. No saber lo que le está sucediendo la mata.

Los callejones sin salida y los intentos fallidos los dejan precavidos. Las sombras se acercan por todos lados, y no hay donde esconderse.

Entonces, un desconocido aparece repentinamente en la ciudad y desvela un mortal secreto del pasado de Lucas. Cuando la mansión Moore se convierte en su único escape...

Nadie está a salvo.

Un alma no debe ser separada de su espíritu. 

Tampoco está destinada a ser rasgada en dos.

La mitad del alma de Lucas está perdida, y el resto lo perdió para salvar la vida de Carrie. Ahora, la parte que reside en ella llama a la unidad, y el grito es demasiado para ella. Su espíritu sufre y Lucas teme por su vida.

La conexión entre la pareja crece, pero también lo hace el mal que los persigue.

Cuando Carrie cae en las garras de un demonio, ella y Lucas se dan cuenta de que el Infierno está buscando su alma. Los demonios saben que Villisca no tiene nigromante y que Carrie ve las auras de lo sobrenatural. Entonces le ofrecen un trato.

Una profecía es dada. Una elección es hecha.

Se supone que el amor lo conquista todo, pero cuanto más se acercan Lucas y Carrie a la fusión de su alma, más efímero parece su futuro. Cuando el precio finalmente se revele, más de una vida estará en juego...